miércoles, 8 de septiembre de 2010

El clásico más trágico de la historia

En la presente semana decidimos repasar la anécdota más triste que nos ha dejado el partido más importante de Escocia, ya que el pasado 5 de septiembre se cumplió un nuevo aniversario del fallecimiento del arquero del Celtic, John Thompson, tras un choque en pleno partido con un delantero del Rangers.

Corría el año 1931 cuando el guardameta de apenas 22 años, que ya se había ganado la titularidad en su selección, se aprestaba a disputar una nueva edición del clásico escocés que a esa altura ya se había transformado en uno de los partidos más calientes del viejo continente. Y como era costumbre, 80.000 personas colmaron las instalaciones del Ibrox Stadium de Glasgow para presenciar el choque entre estos irreconciliables rivales, sin siquiera sospechar que estaban a punto de observar el hecho más trágico acontecido dentro de un campo de juego escocés.


En los primeros minutos del segundo tiempo, Thompson salió a cortar una jugada al borde del área chica cuando el delantero rival Samuel English arremetía con todo para abrir el marcador. Fue en ese instante cuando el arquero del Celtic se arrojó hacia adelante para tomar el balón, y al ser anticipado por el jugador del Rangers golpeó su cabeza con la rodilla del rival y quedó tendido en el suelo prácticamente inmóvil.

La mayoría de los espectadores al ver que Thompson era sustituido y retirado en camilla pensaron que sólo se trataba de un duro golpe que le impedía continuar. Sin embargo, un futbolista rival que estudiaba medicina se dio cuanta que ese choque podría resultar fatal, al ver el profundo corte que tenía en la cabeza. Y así fue. El guardameta sufrió una fractura de cráneo que horas más tarde terminaría con su vida en el hospital.


Lo curioso es que el partido continuó y culminó con un empate a cero, en un resultado que para todo el pueblo escocés perdió importancia, ya que el hecho más relevante pasó por la perdida de una joven promesa, que a partir de aquella inolvidable tarde del 5 de septiembre de 1931, pasó a ser una leyenda que hasta el día de hoy es recordada.

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