lunes, 28 de noviembre de 2011

Se cumplen 23 años de la hazaña danubiana

El pasado domingo 27 de noviembre se cumplió un nuevo aniversario de la primera consagración de Danubio en el torneo uruguayo, cuando en 1988 le ganara como local en Jardines del Hipódromo a Progreso, convirtiéndose de esa manera en el tercer club en desarrollo en quedarse con el título más importante de nuestro país.
El equipo danubiano llegaba a este certamen como el vigente campeón del desaparecido Torneo Competencia, por lo que no debería sorprender el resultado final del campeonato uruguayo. Sin embargo, lo que nadie esperaba es que realizara la espectacular campaña que lo llevó a consagrarse con dos fechas de anticipación, sacando 9 puntos de ventaja sobre sus dos más cercanos perseguidores.
En aquel momento nuestro principal torneo todavía se disputaba a dos ruedas, donde aun se le otorgaban únicamente dos puntos a los vencedores de cada partido. Al término de la primera rueda Danubio terminó como único puntero con cinco puntos de ventaja sobre su escolta Peñarol, mientras que al término del torneo culminó con 9 unidades de diferencia con respecto a los aurinegros y Defensor.
En total "la franja" jugó 24 partidos, de los cuales ganó 18, empató 4 y perdió 2, llegando a totalizar 40 puntos en 48. Además tuvo en Ruben "polillita" Da Silva al máximo anotador del campeonato con 23 goles.
El partido decisivo se jugó en su escenario ante Progreso, donde con casi 7.000 personas en las tribunas logró alcanzar un triunfo histórico. Allí gracias a la anotación de su goleador en el minuto 68 obtuvo los dos puntos que le permitieron meterse en la historia del fútbol uruguayo, ya que se sumaba a Defensor y Central Español como los únicos clubes menores que conquistaban el título más importante de nuestro país.
Ese día el equipo de Danubio que se ganó un lugar en la historia alineó con Javier Zeoli; Juan Góñez, Daniel Sánchez, Fernando Kanapkis y Nelson Cabrera (68` Richard Rodríguez); Edison Suárez, Ruben Pereira, Eber Moas y Edgar Borges; Ruben Da Silva y Gustavo Dalto (73` Adrián Viera). Su director técnico era Ildo Maneiro.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Medio siglo para el Enzo

El máximo referente de la selección uruguaya de la década del 90, Enzo Francescoli, festejó el pasado sábado 12 de noviembre sus 50 años de vida, por lo que decidimos repasar su trayectoria que lo llevó a convertirse en el último gran ídolo de River Plate de Argentina, y a ganarse un lugar en la historia de la camiseta uruguaya.
El Príncipe comenzó su carrera en 1978 en el Montevideo Wanderers, donde jugaría 5 temporadas siendo éstas las únicas que jugó en Uruguay, ya que nunca pudo cumplir su sueño de retirarse en Peñarol. En ese período fue convocado a la selección juvenil que se consagraría campeona de América en 1981, donde el Enzo fuera distinguido como el mejor jugador del torneo tras haber culminado en lo más alto de la tabla de goleadores.


Este hecho sumado a las muy buenas actuaciones en Wanderers motivó que fuera comprado por River en 1983, donde comenzaría a destacarse a nivel internacional logrando ser citado a la selección mayor que disputó la Copa América de ese año, donde Francescoli tras jugar 4 partidos y marcar un gol se consagraría campeón por primera vez en primera división.
En el quipo millonario seguiría jugando hasta 1986, año en que lograría ganar el campeonato local y ser goleador del mismo antes de partir a Francia, donde estaría casi 4 temporadas. En primera instancia defendió los colores del Racing, club en el que permanecería hasta el termino del año 1989 sin obtener grandes éxitos, salvo por el período donde jugó por la selección uruguaya que le permitió consagrarse nuevamente campeón de América en 1987.
El año 1990 lo jugó íntegramente para el Olympique de Marsella, donde además de ganar la liga francesa tuvo grandes actuaciones que le valieron para ser nombrado "Mejor Futbolista extranjero en Francia", y para convertirse en ídolo nada menos que de Zidane. Al término del año cambio de equipo y de país, ya que se marchó a Italia para ponerse la camiseta del Cagliari. En este club estuvo hasta 1993, y tras no cosechar ningún logro importante se fue a jugar una temporada al Torino, para definitivamente pegar la vuelta a Argentina y jugar sus últimos años en River Plate.
Su regreso al equipo millonario estuvo acompañado de grandes éxitos, los cuales comenzaron a registrarse en el primer campeonato donde además de consagrarse campeón, Enzo logró ser el goleador del torneo. Al año siguiente (en 1995) volvería a vestir la camiseta de la selección uruguaya, con la cual ganaría su tercera Copa América, en este caso portando la cinta de capitán.
Un año más tarde volvería a ser noticia a nivel internacional, ya que siendo el capitán de River Plate lideró a su equipo para ganar su segunda Copa Libertadores, hecho que hasta el momento no ha podido repetirse. En 1997 jugaría su última temporada, donde tras ganar los dos torneos locales y la Supercopa Sudamericana le pondría punto final a su carrera, que hoy lo tiene como uno de los ídolos más grandes de la historia del equipo millonario, y el máximo referente de la selección uruguaya de la década del 90.

martes, 8 de noviembre de 2011

25 años de Ferguson en Manchester


El pasado sábado 5 de noviembre se cumplió un nuevo aniversario de la asunción de Alex Ferguson en el Manchester United, donde ha estado un cuarto de siglo formando parte de la historia más gloriosa de la institución, tras haber conseguido los títulos más importantes que el club ha sabido ganar tanto a nivel local como internacional.
La historia del entrenador escocés en los Reds comenzó en 1986, luego que abandonara la dirección técnica de la selección de su país, y si bien en la actualidad es el mánager más ganador que ha  tenido el Manchester United, su primer título recién lo conseguiría en 1990, 4 años más tarde de su asunción. Se trató de la FA Cup, el torneo de clubes más antiguo del mundo que Ferguson supo conquistar en 5 oportunidades.
Esa consagración le abrió las puertas para competir internacionalmente en el marco de la Recopa de Europa, un extinto torneo que disputaban los campeones de las competiciones de Copa de los diferentes países europeos. Allí Sir Alex conquistaría su primer título internacional dirigiendo a los Reds, que volvían a consagrarse en ese ámbito tras 23 años.

Su primer campeonato importante a nivel local lo ganaría 7 años después de su llegada en la temporada 1992/93, cuando consiguiera su primera de 12 Premier Leagues que al día de hoy lo tienen con un promedio de una liga ganada cada dos disputadas, gracias a los títulos que obtuvo en forma consecutiva haciendo que el Manchester sea el equipo más ganador de Inglaterra de los últimos tiempos.
Con la llegada de varias figuras y la aparición de otras a lo largo de toda la década del 90, Ferguson iba a conformar un gran equipo que lograría meterse en la historia del futbol europeo. Es que en la temporada 1998/99 en el marco de la Champions League realizaría una campaña inolvidable que culminaría con un partido histórico, cuando en la final ante el Bayern Munich tras ir perdiendo 1 a 0 su equipo marcó dos goles en los descuentos, para de esa forma quedarse con el título tras 31 años.
Unos meses más tarde Sir Alex volvería a hacer historia con el Manchester United, cuando en Japón venciera al Palmeiras en la Copa Intercontinental por un tanto contra cero, y le permitiera a su club quedarse con su primer título mundial. Estos hechos se repetirían en la temporada 2007/08, cuando en la final de la Champions League derrotara al Chelsea por penales y en el Mundial de Clubes venciera 1 a 0 a Liga de Quito en el partido decisivo.
Todos estos logros se suman a una gran cantidad de distinciones individuales que ha recibido, destacándose el nombramiento de "Entrenador del año de la Premier League" en 7 oportunidades y "Entrenador del año de la UEFA" cuando conquistara la triple corona en 1999. Es por eso que en la actualidad es considerado uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos, habiéndose ganado un lugar en la historia del futbol mundial.

martes, 1 de noviembre de 2011

Maradona está de fiesta

Quien es considerado por muchos el mejor futbolista de todos los tiempos en la jornada del domingo tuvo motivos para festejar, ya que llegó a los 51 años de vida en un momento que lo encuentra dentro del ambiente del fútbol, dirigiendo al Al Wasl de Emiratos Árabes Unidos.
El "pelusa" dio sus primeros pasos en Argentinos Juniors debutando en primera división 10 días antes de cumplir 16 años, dándole comienzo a una carrera que no solo lo posicionó a él en un lugar privilegiado de la historia de este deporte, sino que también sirvió para hacer grande al fútbol argentino.
En el equipo que lo vio nacer Maradona jugó un total de 5 temporadas, donde a pesar de no haber ganado ningún título tuvo destacadas actuaciones, las cuales le permitieron terminar como el máximo anotador del torneo en 3 oportunidades y ser convocado a la selección argentina, con la cual con apenas 17 años estuvo a punto de disputar el Mundial de 1978, quedando afuera del plantel definitivo unos días antes que comenzara el certamen.
En 1981 luego de varias idas y vueltas donde los dos equipos más importantes del fútbol argentino se peleaban por su pase, Diego se marchó a Boca Juniors para jugar una temporada y media donde ganaría un título local. A mediados del año siguiente haría su debut en Copas del Mundo jugando un total de 5 encuentros, y aunque la actuación de Argentina no fue de las mejores, su gran performance que se sumó a las buenas campañas realizadas con el equipo xeneize le permitió dar el salto al fútbol europeo, firmando por 2 temporadas para el Barcelona.
Con el conjunto catalán no pudo conquistar la liga, aunque si ganó una Copa del Rey y una Supercopa de España antes de sufrir una fractura de tobillo que lo tuvo varios partidos afuera. Para la temporada 1985/85 cambió de club y de país, marchándose al Napoli de Italia donde sacaría a relucir toda su magia que a la postre lo convirtió en el mejor jugador del mundo, al menos del momento. Allí fue donde se vio al mejor Maradona, que a lo largo de ocho temporadas no paró de darle alegrías a todo el pueblo napolitano que hasta el día de hoy lo considera su máximo ídolo.
Paralelamente a su trayectoria en el futbol italiano Diego siguió defendiendo la camiseta argentina, teniendo la oportunidad en 1986 de disputar su segundo Mundial, donde definitivamente se convertiría en una leyenda de este deporte. Allí se puso el equipo al hombre y llevó a la albiceleste a ganar su segunda Copa del Mundo, luego de convertir goles claves en prácticamente todos los partidos. Además, tuvo un justo reconocimiento cuando le fuera entregado el premio al mejor jugador del torneo.
Luego de este campeonato, cuando seguía siendo considerado el mejor jugador del planeta, siguió jugando para el Napoli a quien llevó a ganar sus primeros títulos importantes que en 60 años de historia no había podido conseguir. Allí ganó dos Scudettos y una Copa UEFA, siendo esta última el primer y último título internacional que ha ganado el Napoli hasta el momento.
Un año más tarde de haber conquistado la UEFA le tocó tratar de defender el título mundial obtenido con Argentina en 1986, aunque en este caso la suerte no estuvo de su lado y pese a haber sido una de las figuras de su selección, no logró mantener la Copa del Mundo perdiendo en la final ante Alemania.
Al año siguiente sus problemas con las drogas comenzaron a salir a la luz, obligándolo a abandonar al conjunto italiano tras ser exigido a someterse a un tratamiento de rehabilitación por parte de la justicia argentina. Ese fue el punto inicial del debacle de su carrera, ya que posteriormente intentó regresar al ruedo defendiendo la camiseta del Sevilla, donde pasó sin pena ni gloria.
En 1993 volvió al fútbol argentino para ponerse la camiseta de Newell's Old Boys, a quien solo defendió en 5 partidos marchándose sin anotar goles, tras algunas diferencias que mantuvo con el nuevo entrenador del equipo. A fines de ese año, cuando la selección argentina tenía serias chances de quedar eliminada del Mundial de 1994, su entrenador le pidió que volviese para ayudar a evitar "tragedia", por lo que Diego volvió a vestir la albiceleste logrando que ésta dijera presente en Estados Unidos.
Sin embargo, en esa Copa del Mundo Maradona sufrió uno de los golpes más duros de su carrera, cuando el doping le volviera a dar positivo obligándolo a bajarse del torneo y a despedirse definitivamente de la selección argentina. Este problema parecía que lo retiraba de la práctica del fútbol, por lo que probó suerte oficiando de entrenador primero de Racing y luego de Mandiyú de Corrientes, realizando pobres campañas que lo llevaron a abandonar su nueva profesión.
En el segundo semestre de 1995 pudo volver a ponerse los cortos tras cumplir la sanción impuesta por FIFA, por lo que volvió a ponerse la camiseta de Boca hasta el día de su retiro, que se llevó a cabo dos años más tarde.
En la actualidad se encuentra dirigiendo técnicamente al Al Wasl de Emiratos Árabes Unidos, luego de haber sido el entrenador de la selección argentina donde demostró que sus condiciones para esta profesión distan bastante de las que tuvo para jugar al fútbol, esas que lo llevaron a ser considerado por muchos el mejor jugador de todos los tiempos.

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