Esta semana se cumple un nuevo aniversario del día más trágico vivido por el fútbol peruano, que tuvo lugar el 8 de diciembre de 1987 cuando el avión que trasladaba al plantel del Alianza Lima de regreso a la capital, se precipitó al mar provocando la muerte de 43 de los 44 pasajeros, siendo el piloto el único sobreviviente.
En aquel momento, por una cuestión de comodidad, el club "Blanquiazul" rentó un vuelo chárter para hacer el viaje de ida y vuelta hacia la localidad de Pucallpa, para enfrentar al Deportivo de esa ciudad por una nueva fecha del campeonato local. El encuentro finalizó con victoria para el equipo de la capital, que le significaba seguir en lo mas alto de la tabla de posiciones. Sin embargo, lo que se suponía que sería alegría por la realidad que atravesaba el equipo, en cuestión de minutos se transformó en la tristeza mas grande vivida por la afición peruana.
El avión, que pertenecía a la Marina de Guerra de Perú al igual que el piloto, se encontraba a escasos kilómetros del aeropuerto del Callao, cuando por motivos que por mucho tiempo permanecieron ocultos, cayó en las aguas del Océano Pacífico dejando como saldo el fallecimiento de todos los pasajeros de la nave, con la excepción de quien piloteaba la misma.
Con el paso de las horas y principalmente de los días, los cuerpos fueron apareciendo, ya que eran arrastrados por la corriente hasta la orilla de las costas peruanas, al tiempo que se iban tejiendo varias historias acerca de lo sucedido, buscando encontrar explicaciones para el siniestro que desmanteló un equipo entero. Sin embargo, fue recién hace 4 años que se supo la verdad, debido a que el informe realizado por la Marina se había mantenido oculto.
El mismo señalaba que la aeronave presentaba fallas técnicas y que el piloto carecía de experiencia para realizar vuelos nocturnos, mientras que indicaba que las pericias denunciaban actos negligentes cometidos por el piloto, el copiloto y los oficiales responsables de la Marina de Guerra del Perú de ese entonces. Dicho informe fue "encajonado" por el gobierno peruano, quien también censuró las imágenes del accidente, lo que hasta el día de hoy hace pensar se intentó ocultar algo mas grave que esto traía aparejado.
Hoy en día, 23 años después de la tragedia, los hinchas del Alianza Lima junto a los familiares de las víctimas, continúan realizando visitas anuales a la playa donde ocurrió el accidente, como forma de homenajear a los jugadores que sin dudas serán recordados de por vida por los seguidores aliancistas.
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