Se fue la decimosegunda fecha del Torneo Apertura, dejándonos un clásico para el olvido del cual parece haber salido mejor parado Peñarol, que con este empate a cero sigue dependiendo de sí mismo para quedarse con el título, mientras que Nacional si bien sigue manteniendo las chances intactas, dejó pasar una muy buena oportunidad de pasar a depender únicamente de sus resultados.
El encuentro contrastó enormemente con la fiesta vivida en las tribunas, que como siempre le aportaron un gran colorido a un partido que generó una gran decepción en toda la afición deportiva, que durante toda la semana pasada estuvo pendiente de lo que podía pasar el domingo en el encuentro más importante del campeonato.
Teniendo en cuenta que ambos equipos llegaban al clásico con realidades diferentes, el negocio parece haber sido aurinegro, ya que si bien su rendimiento ha ido decayendo con el paso de los partidos, los resultados en el resto de los encuentros le permiten seguir en la segunda posición a solo dos puntos del líder Defensor, a quien deberá enfrentar el fin de semana que viene.
Y quizás fue por eso que se vio a un Peñarol muy mezquino, que salió a defenderse amontonando hombres en la mitad de la cancha, para de esa manera mantener el cero en su arco, restándole poderío ofensivo a su delantera que prácticamente no complicó al arquero rival, hecho que se contrapuso con lo realizado por los tricolores que convirtieron en figura a Sebastián Sosa, que fue uno de los responsables de que el marcador no se moviera nunca.
Por el lado de Nacional se vio totalmente lo contrario, un equipo que siendo consiente que un resultado que no fuera la victoria lo alejaba de la punta, salió a atacar desde el comienzo, encontrándose con pocos espacios en el ataque que no le permitieron desplegar el juego colectivo que intentó proponer. De todos modos se las arregló para darle trabajo al arquero rival, en base a inspiraciones de Peralta o jugadas aisladas que se terminaban diluyendo dentro del área.
Por este motivo si hablamos de merecimientos debemos decir que tal vez Nacional mereció mejor suerte, ya que por lo menos se animó a patear al arco. Pero como de goles se trata el fútbol quien se fue conforme es Peñarol, ya que cumplió el objetivo de mantener su valla invicta para de esta manera llegar a las últimas tres fechas dependiendo de sí mismo.
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