miércoles, 3 de noviembre de 2010

A 4 años del fallecimiento de Alberto Spencer


Esta semana decidimos recordar a uno de los más grandes jugadores extranjeros que supo tener por muchos años el fútbol uruguayo, ya que este miércoles 3 de noviembre se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento del mejor jugador ecuatoriano de todos los tiempos, que supo darle un sin fin de alegrías a la parcialidad de Peñarol.

 Cuando moría la década del 50, el moreno delantero con tan solo 21 años deslumbró a toda la afición deportiva que presenció el Sudamericano de 1959, lo que motivó el interés del equipo aurinegro por tenerlo en sus filas, hecho que logró en los primeros días de 1960 cuando desembolsó 10 mil dólares para comprar su ficha, dinero que hoy en día no alcanzaría ni para pagar un mes de su sueldo.
A partir de ahí comenzó una etapa plagada de títulos para Spencer, que fue un hombre clave en cada una de las conquistas de Peñarol, que gracias a sus goles fue poblando sus vitrinas con 3 Copas Libertadores, 2 Intercontinentales y 7 Campeonatos Uruguayos, viendo como de esa manera aquella joven promesa que había llegado de Ecuador, se iba convirtiendo con el paso de los años en uno de los jugadores más ganadores del club, transformándose al mismo tiempo en uno de los principales ídolos de la institución.


Y fue en base a esos mismos goles que le sirvieron a Spencer para ganarse a la hinchada aurinegra, que el ecuatoriano se convirtió en una leyenda del fútbol sudamericano, ya que su capacidad goleadora le valió para convertirse en el máximo artillero histórico de la Copa Libertadores con 54 anotaciones, siendo el goleador de la misma en dos oportunidades. Por este motivo, a partir de la edición del 2009 el trofeo que distingue al goleador del torneo lleva su nombre, en un hecho que logra inmortalizar su figura.
A nivel local, el ecuatoriano fue cuatro veces el máximo anotador de nuestra liga, hecho que sumado a su buen rendimiento motivó el interés de la dirigencia uruguaya por nacionalizarlo para que defendiera nuestra selección, ofrecimiento que fue rechazado por el delantero que nunca quiso dejar de vestir la camiseta de su país natal. Sin embargo, aceptó ponerse la celeste en 5 oportunidades para jugar partidos amistosos, donde logró convertir un gol ante Inglaterra en el mítico estadio de Wembley.


Una vez conocido su fallecimiento en noviembre de 2006, comenzaron a aparecer una innumerable cantidad de reconocimientos entre los cuales se destaca el homenaje realizado por la Federación Ecuatoriana de Fútbol, que decidió darle su nombre al Estadio Modelo de Guayaquil, que hace 4 años pasó a ser el Estadio Alberto Spencer, en reconocimiento a quien fue el mejor jugador de fútbol de la historia de ese país.

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