Enrachados!!

Exactamente un mes después de finalizada su participación en el Mundial, la selección uruguaya volvió a salir a escena en el plano internacional, en condiciones que no eran las ideales y nos hacen reflexionar acerca de la necesidad de este tipo de encuentros.

Esta vez el rival fue Angola en un partido amistoso, y para no perder la costumbre la celeste se quedó con la victoria tras ganar 2 a 0 un encuentro que solo sirvió en lo económico, ya que ni siquiera se cuenta con un entrenador definitivo para comenzar un nuevo proceso.

En esta oportunidad Uruguay fue dirigido por el ingeniero Verzeri, que dejó de lado por unos días sus tareas como entrenador de la selección sub 20, para oficiar de director técnico interino de la mayor y afrontar este compromiso que le dejó a la AUF unos cuantos miles de dólares, pero pocas conclusiones positivas acerca del futuro deportivo.

La ausencia de un entrenador definitivo al costado de la cancha, sumada a las bajas de los goleadores Diego Forlán y Luís Suárez y la del mejor defensa celeste en el Mundial como lo fue Diego Godín, dejan en claro que la idea de jugar este partido no era para comenzar un nuevo trabajo de cara a la Copa América y el resto de las competencias que se avecinan.

De todas formas, pese a no poder contar con los mejores jugadores, Verzeri se las arregló para armar un equipo competitivo que sobre el final del encuentro logró convertir los dos goles que le dieron un triunfo a Uruguay, que no solo viene bien para mantener una buena posición en el ranking de la FIFA, sino para seguir demostrando que lo de Sudáfrica no fue casualidad.

Dentro de las cosas positivas para destacar más allá el resultado, podemos resaltar la buena actuación del debutante Abel Hernández que hasta se dio el lujo de anotar un gol, y el regreso de algunos jugadores como Cristian Rodríguez, que a pesar de no haber ido al Mundial jugó como titular demostrando que está capacitado para seguir defendiendo a la celeste.

Lo que está claro es que de acá a fin de año hay más fechas FIFA marcadas, y si Uruguay está dispuesto a seguir jugando amistosos deberá primero resolver el tema del entrenador, para luego afrontarlos con seriedad pensando en un proceso que le permita llegar en las mejores condiciones a los torneos internacionales.