Después de 20 años Uruguay volvió a triunfar en una Copa del Mundo, y de la mano de Forlán y compañía quedó a un paso de clasificar a octavos de final.
Gracias a los dos goles del delantero del Atlético de Madrid, y al que puso cifras definitivas por parte de “Palito” Pereira, podemos dejar en el olvido aquel cabezazo de Fonseca ante Corea del Sur en el 90, y citar un nuevo triunfo mundialista.
Gracias a los dos goles del delantero del Atlético de Madrid, y al que puso cifras definitivas por parte de “Palito” Pereira, podemos dejar en el olvido aquel cabezazo de Fonseca ante Corea del Sur en el 90, y citar un nuevo triunfo mundialista.
Más allá de la victoria ante Sudáfrica hay que resaltar la amplitud en el marcador, ya que el 3 a 0 en favor del equipo de Tabárez le permite posicionarse muy bien en el Grupo A teniendo en cuenta la diferencia de goles, lo que le permitirá especular con la posibilidad de conseguir más de un resultado ante México que le permita clasificar en la primera posición a la siguiente fase.
Sin meterse demasiado en la crónica del partido, hay que decir que Uruguay jugó bien, y con mucha personalidad se le plantó al dueño de casa como muy pocas selecciones pueden hacerlo, lo que le permitió sacar un resultado que fue tan justo como inesperado para muchos.
De todas maneras no hay que lanzar campanas al vuelo, y tener en cuenta que se venció a un rival muy débil que deportivamente no hubiese ganado el derecho de jugar la Copa del Mundo, y que mostró muchas falencias en la zona defensiva y llevó muy poco peligro al arco de Muslera.
Hay un hecho a resaltar que fue muy importante para que se decretara el triunfo celeste, ya que mucho se habló previo al partido y también al Mundial, de una posible mano que le podían dar los árbitros al equipo local para que avanzara en la Copa del Mundo, y por suerte en esta ocasión eso no se dio, y por el contrario la actuación de la terna arbitral fue para elogiar.
Ahora se viene la última fecha del Grupo A, donde Uruguay habrá de enfrentar a la selección mexicana sabiendo que tanto una victoria como un empate lo deposita en la siguiente fase de esta Copa del Mundo, a la cual no accede desde el Mundial Italia 90, precisamente donde se había registrado el último triunfo celeste en torneos mundialistas.
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