El 10 de enero de 1981 Uruguay conquistaba en nuestro país un torneo inédito, que convocaba a todos los países que alguna supieron consagrarse campeones del mundo con excepción de Inglaterra, cuyo lugar fue ocupado por Holanda que en los dos mundiales anteriores se había quedado con el segundo puesto.
El certamen se llevó a cabo íntegramente en Montevideo, donde el Estadio Centenario fue sede de las dos series que reunían a los equipos más importantes del mundo. El mismo comenzó el 30 de diciembre de 1980, cuando la selección local enfrentara a la holandesa ganando el partido por dos goles contra cero, comenzando así el camino que culminaría con la copa en las vitrinas de la AUF.
En los primeros días de enero llegó el turno de enfrentar al combinado italiano, que un año y medio más tarde conquistaría la Copa del Mundo organizada por España. En ese partido los dirigidos por Máspoli lograron asegurar la clasificación tras volver a ganar por el mismo marcador, contando nuevamente con una anotación de Victorino que finalmente quedaría en lo más alto de la tabla de goleadores.
Mientras tanto, en la otra serie conformada por Brasil, Argentina y Alemania, la clasificación a la final la obtendría la selección verdeamarelha gracias a la diferencia de goles, ya que igualó en puntos con el equipo que venía de ser campeón del mundo en 1978. El grupo lo abrió la selección argentina, quien venciera a los europeos por la mínima diferencia. Posteriormente los sudamericanos se enfrentaron igualando en un tanto por bando, cerrando la serie brasileños y alemanes en un partido que culminó con goleada para los norteños por 4 a 1.
De esta manera Uruguay y Brasil volverían a verse las caras en una final, donde en lo previo mucho se habló de una posibilidad de revancha para los brasileños con respecto a lo sucedido en Maracaná 30 años antes. Sin embargo eso no sucedería, ya que el equipo local no desaprovecharía la oportunidad de volver a conquistar un título mundial en el mítico Centenario, tal como lo había hecho 50 años antes en la Copa del Mundo de 1930.
El estadio lució repleto como en las anteriores presentaciones de Uruguay, y el partido estuvo parejo hasta que a falta de 10 minutos para el final apareció el goleador Victorino para anotar su tercera conquista en el torneo y darle la victoria a la celeste, que en ese momento se ponía 2 a 1 en el marcador. El resultado finalmente no cambiaría y la selección uruguaya se quedaría con un torneo inédito que hasta el día de hoy no ha vuelto a disputarse.
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