El 13 de octubre de 1968 en un partido ante River Plate, el ex arquero de Peñarol Ladislao Mazurkiewicz veía como su record llegaba a su punto final, luego que su arco fuera vencido por segunda vez en el torneo tras haber estado 10 encuentros sin recibir goles.
Ese hecho histórico comenzó en la primera fecha del Campeonato Uruguayo de ese mismo año, cuando su equipo enfrentara a Danubio y le ganara 3 a 1, recibiendo un gol a falta de solo 7 minutos para el final del partido.
A partir de allí, el en ese entonces joven guardameta de Peñarol (tenía solo 23 años), comenzaría una racha hasta ahora inigualada en el torneo local, logrando mantener su arco invicto durante más de diez encuentros, totalizando 985 minutos sin recibir goles.
Los siguientes partidos fueron ante Liverpool (2-0), River Plate (1-0), Sud América (1-0), Defensor (1-0), Racing donde atajó un penal (1-0), Cerro (1-0), Nacional (0-0), Rampla Juniors (1-0), Danubio (4-0) y Liverpool (1-0), hasta que llegó el mencionado encuentro ante River Plate.
En ese 13 de octubre Peñarol ganaba por un tanto contra cero, hasta que a falta de 12 minutos para el final el delantero darsenero Ramón Silva marcó la igualdad, hecho que le valió para quedar en la historia como el hombre que le puso punto final al largo invicto que hasta el día de hoy se mantiene vigente.
De esa manera Mazurkiewicz, que en ese mismo encuentro había quebrado el record que ostentaban Juan Legnazzi (Peñarol) y Eduardo García (Nacional) de 922 minutos, tuvo una de cal y otra de arena, debiendo conformarse con la nada despreciable cifra de 985 minutos de imbatibilidad.
Si bien el ex guardameta aurinegro aún es el dueño del record, años más tarde hubo otros dos arqueros que estuvieron cerca de quebrarlo. Ellos son el ex portero de Nacional, Gustavo Munúa que en el 2003 llegó a los 963 minutos sin recibir goles, y el ex guardameta de Rentistas, Álvaro Núñez, que en 1988 completó 947 minutos con su valla invicta.
Volviendo al caso de Mazurkiewicz, esa enorme cantidad de partidos sin recibir goles no solo le sirvió para quedar en la historia, sino que también fue clave para que Peñarol se quedara con el título, recibiendo apenas 3 goles en los seis encuentros que le quedaban por delante.
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